Siempre hay un nuevo amanecer, una nueva luz. Una nueva oportunidad de renacer cada día, como hace el sol.
En ocasiones, te parecerá que tu luz -como la que desprende la llama de una vela- se tambalea de un lado a otro con suma vulnerabilidad, y pensarás que con tan solo un soplo más de aire se apagará.
Lo importante es que te des cuenta de que esa luz es eterna. Siempre va contigo porque tú eres esa llama y no puedes separarte de lo que eres.
Algunas veces creerás que ya no brillas, pero eso es imposible. Lo que no te permitirá que puedas ver tu propia luz es el peso de la negatividad en ti, sea por las vivencias que sean. Que no consigas verte en luz no significa que no lo seas.
Regresa a ti cuando solo observes sombras. Pero, eso sí, si lo necesitas, solicita ayuda cuando veas el sendero demasiado oscuro. Encuentra un farolillo que ilumine tu camino de nuevo. Y después, vuelve a ver esa luz en ti, una luz que nunca se fue ni se apagó por un solo instante.
Somos luz. No lo olvidemos.
Con cariño,
Sonia Coll
www.soniacoll.com
Acompañando consciencias.
Comunicadora terapéutica, canalizadora, formadora y escritora.
Mi servicio es comunicar y acompañar en los procesos de cambios evolutivos. Como facilitadora transmito, activo y ayudo a integrar aquel conocimiento que permitirá a la persona una evolución en consciencia, tanto a nivel espiritual como en lo cotidiano, y lo llamo Sanación por Consciencia.
A su vez, toda la formación que ofrezco gira también entorno a adquirir una visión más elevada de la vida, facilitando así el bienestar ante cualquier desafío que aparezca.