En el transcurso de la vida, tendemos a buscar las respuestas fuera de nosotros. Es algo natural, forma parte de nuestra condición humana.
Con los años y la experiencia vivida, te vas dando cuenta de que aquello que te va llegando de fuera deja de tener fuerza soberana sobre ti y pasa tan solo a ser “algo a tener en consideración”.
Pasan unos años más, junto algunas experiencias duras y desafiantes, y vuelve a haber un cambio significativo. Te vuelves más selectivo en cuanto a la información que te llega. Tu discernimiento se optimiza con el tiempo, pues creces ya no en conocimiento, sino en sabiduría.
Lo curioso del caso es que empiezas a creer, poco a poco, más en ti mismo. Ese pensamiento de que “la Verdad está ahí afuera” y que son los demás quienes te la entregarán, deja de tener sentido. Lo que sí tiene sentido, es que es a través de las vivencias con los demás, con las que irás sintiendo tu Verdad.
Es totalmente natural que sintamos un refuerzo extra cuando sentimos que algo externo de naturaleza espiritual nos está ayudando. Y de hecho es así. Sean Maestros, guías, seres de luz, o como quieras llamarlos (te aseguro que la etiqueta que les otorgamos no les importa ni lo más mínimo), son una manifestación de tu propio Ser. Quizá cuesta comprender esto. Voy a tratar de explicarlo.
Ellos se manifiestan según lo que te corresponda sentir o comprender. Tu Ser superior ingenia -desde allí arriba donde esté- la mejor forma de que tu yo humano se abra a recibir la ayuda, guía o inspiración que precise, sea intuitivamente o no. Y entonces es, cuando tu «Maestro Espiritual» se convertirá en ese momento en un familiar, una mascota, una amistad, la pareja, un ángel, un arcángel o un ser de luz. ¿Se comprende? No importa incluso si ese «maestro» te habla desde una experiencia agradable o no. Lo importante es que evoluciones. A veces, es sólo a través de experiencias negativas cuando se puede lograr acercarse un poquito al corazón. Y quizá sea por esa grieta de dolor que se logre acceder al Sentir propio y no al inculcado. Espero haberme expresado bien.
Dependiendo del avance, cada vez se necesitaran menos sombras desde donde aprender a ver la Luz
Todos los Maestros y Seres de Luz existen a la vez, sólo depende de la vibración en la que se esté que se perciban unos u otros.
La intención que hay detrás de esto es de una ternura y compasión increíble. Esa ayuda incondicional que se nos ofrece, sea el que sea nuestro nivel de consciencia.
Nosotros seguimos etiquetando, creando roles, definiendo, nombrando Maestros; cuando en realidad Todo es Uno y Todos ellos están ya en nosotros.
Yeshua y otros Maestros ya repitieron y dejaron como herencia a la humanidad, un mensaje unificado : “Al Reino de los Cielos se accede desde el Corazón”.
No hay nada allí afuera. Sólo nosotros también.
Entra en el espacio sagrado de tu corazón a través del sentir, no del raciocinio. Una vez allí te irás dando cuenta que eres tú, en una versión ya perfecta y muy elevada de ti mismo, que te mandas a ti mismo aquellos Maestros que necesites en cada momento de tu vida. Todo es una colaboración de la consciencia del Amor Unificado o Divino.
Agradece cada mensaje que sientas en tu corazón. Algunas comunicaciones son muy atractivas a nivel mental o intelectual pero totalmente vacías en cuanto a la vibración amorosa del corazón.
Tú eres todos los Maestros, y ellos son Tú. No hay separación, solo adecuación según la dimensión en la que nos encontremos.
Si logras acceder a tu corazón sentirás que él es tu Maestro esencial, que siempre lo fue y siempre lo será.
Que la Paz esté en ti y sea percibida en todo momento desde tu Consciencia.
Mensaje transmitido y compartido en y desde mi corazón,
Sonia Coll
Comunicadora terapéutica, canalizadora, formadora y escritora.
Mi servicio es comunicar y acompañar en los procesos de cambios evolutivos. Como facilitadora transmito, activo y ayudo a integrar aquel conocimiento que permitirá a la persona una evolución en consciencia, tanto a nivel espiritual como en lo cotidiano, y lo llamo Sanación por Consciencia.
A su vez, toda la formación que ofrezco gira también entorno a adquirir una visión más elevada de la vida, facilitando así el bienestar ante cualquier desafío que aparezca.