Estamos experimentando días intensos, incluso dentro de la intensidad vivida estos 3 últimos meses.
La energía entrante parece que nos esté diciendo que la aprovechemos para reforzarnos en reconocer el maravilloso Ser que somos. Estemos como estemos, felices o inquietos, tranquilos o ansiosos. Todo eso son factores propios de lo humano y simplemente deben abrazarse, sin juzgar a ningún pensamiento o emoción como mejor o peor para nuestra evolución. Lo que nos hace evolucionar es la observación de todo nuestro universo, interno y externo, sin prejuicios ni juicios lapidarios.
El mensaje es que te permitas ser tú mismo tal y como estés ahora. Sin estar esperando un futuro momento propicio para iniciar algo, sin estar condicionando tu avance solo porque «no es el momento oportuno». Siempre es el momento oportuno si te centras en este preciso instante sagrado. Es sagrado sí, pues si consigues esa presencia es un encuentro con tu divinidad, con tu Yo superior o Crístico.
Estas palabras de hoy solo quieren animarte a centrarte en Ser, y no en «tener que», «deber de». Pues tu ego siempre encuentra excusas para sacarte de tu paz, de tu «hogar» y llevarte a lo más lejano de ti mismo. Es curioso como el ego sabe alejarnos de nosotros mismos, a través de la creación de pensamientos de miedo, inferioridad, envidias, dramas, etc…
Por eso, de lo que se trata es de ser un artista de la observación. Es la mejor forma de desarmar al ego.
Ser uno mismo es aceptar toda imperfección que sientes que hay en ti, mostrarse desde lo real, desde esa magia que solo vibra en aquellas personas que transmiten integridad y autenticidad por todos los poros de su piel.
La vida está repleta de influencias y sucesos que hacen que tus estructuras mentales giren alrededor de lo demás, y tus emociones pasen a formar parte de ello también. Parece como si dejaras de ser tu propio dueño y dieses esa potestad a los demás, a lo que piensas, a lo que sientes, a lo que sucede.
Las etiquetas y los roles están solo en las dimensiones más densas. Son identificaciones con la forma. Esas identificaciones dejan de tener importancia y dejan de existir en dimensiones más elevadas.
No tienen sentido las comparaciones cuando todos somos iguales ¿verdad?
Quizás aún quede mucho para llegar a ese punto de fluidez con todos los demás con una perfecta vibración fraterna, pero el camino ya se ha abierto. Quizás el peso del mundo aún consiga separarte de todo e incluso de ti mismo, pero ese camino siempre ha existido, esa puerta nunca se ha cerrado. Quizás el valor tenga que ver con eso, con olvidarnos de nuestros aspectos identificativos limitantes propios de nuestra humanidad y seguir la vida desde la no comparación, solo nutriéndonos de la inspiración que nos regala la vibración de los demás. Vibraciones de individualidades íntegras, sin conflictos, solo siendo. Una utopía quizás en una dimensión aún muy densa. Una realidad quizás en una dimensión que ya se aligeró de peso. Esa es la relatividad de la existencia.
Desde los planos de elevadas frecuencias de Amor repiten tiernamente: «Tú ya eres Todo. Es dejando de perseguir cuando se encuentra. Es darse cuenta de que ya eres Uno con Todo».
Lo que te impide más que seas tú mismo es el miedo a serlo. Y es debido a miles de creencias y programaciones culturales que se empeñaron en alejarte de tu corazón, de tu Ser. Debilitando así tu propio poder personal, aunque todo esto ya formara parte de las condiciones para vivir una experiencia humana.
Si lo que buscas es amor, aceptación y reconocimiento debes saber que unos te amarán por lo que eres y otros te odiarán también por lo que eres, así que no importa lo que los demás quieran ver de ti, sino lo que tu quieras ver en ti mismo. Quitarse el peso de «convertirte en» y simplemente ser lo que ya eres. Y después, la fase de «mostrarse a los demás» viene por si sola. Y cuando se actúa desde la coherencia, el respeto, la sinceridad, la honestidad y el compromiso con uno mismo, solo se puede vibrar en amor. Es así de sencillo.
Muchas capas quedan aún por sacarnos de encima, como para andar juzgando las de los demás y las de un mundo que parece caótico.
Lleguemos a sentir esa increíble Paz que solo se siente cuando desaparece todo y a la vez se une todo dentro de ti, como una explosión de una Supernova.
Regresa a ti. Sé tú mismo y exprésate al mundo desde tu auténtica frecuencia, pues eres vibración de Amor. Abandona la lucha. No hay guerra en esa vibración.
Solo necesitas el reconocimiento de ti mismo. Nada más. ¡Qué increíble juego de luces se crea en ti cuando caminas hacia adentro, hacia casa!
Desde mi corazón,
Sonia Coll
Comunicadora terapéutica, canalizadora, formadora y escritora.
Mi servicio es comunicar y acompañar en los procesos de cambios evolutivos. Como facilitadora transmito, activo y ayudo a integrar aquel conocimiento que permitirá a la persona una evolución en consciencia, tanto a nivel espiritual como en lo cotidiano, y lo llamo Sanación por Consciencia.
A su vez, toda la formación que ofrezco gira también entorno a adquirir una visión más elevada de la vida, facilitando así el bienestar ante cualquier desafío que aparezca.
Gracias gracias gracias!!bellisimo mensaje!!