Nuestra nueva oportunidad

Es increíble lo que se está moviendo.

Hoy mi corazón está pletórico. Lleva rato queriendo hablar.

Continuamente llegan imágenes, al igual que si fuesen fotografías mentales muy rápidas, apareciendo como flashes. Son realidades y potencialidades de la situación que estamos experimentando a nivel global. Ojalá pudiese transmitiros tal y como aparecen, pero no sé llegar a ese punto. Intentaré mostrarlo por escrito, como siempre hago.

Se ven campos, ríos, lagos, cielos limpios. Se ve todo como si le hubiesen pasado un filtro de nitidez. Se escucha el silencio, un silencio que parece dar claridad, dar intensidad a cada florecilla que tímidamente sale de una grieta. Hasta los latidos del corazón se escuchan mejor. Todo se magnifica, tanto el llanto como la risa. ¡Qué bella oportunidad para sentir!

Se ven imágenes más duras, aunque preciosamente evolutivas. Se ven personas, individuos interiorizando, aprendiendo a estar presentes en sus miedos, en sus adicciones, en sus tristezas. Tomando consciencia de su realidad con los demás, ya sea su familia o amigos y otros entornos sociales. Observando y cambiando las prioridades de aquellas cosas que hay en sus vidas. Activándose una obligación forzada a verse internamente. A sentir aquellas áreas de sus vidas que tocan modificar para mejorar. Se ve si hay amor real o era solo apariencia. Se siente si los hogares son oasis o infiernos. Esa fuerza externa que te obliga a parar, a no poder evitar ya mirar hacia otro lado. Una increíble oportunidad para ser valeroso con tu realidad y no girarle ya más la cara a la Verdad. Te toca trabajar contigo mismo.

Este planeta nos da otra oportunidad. Nos muestra que, si paramos, ella respira de nuevo. Escuchemos bien este mensaje. Algo hemos hecho para que al encerrarse la humanidad, la Tierra respire y se limpie de nuevo. Se están comprobando ya los efectos del confinamiento mundial en la bajada de las gráficas de contaminación.  Con solo unos días.

Sabemos que la economía se va a resentir mucho. Pero esta humanidad necesitaba este toque de atención. Bendito virus. El otro día me lo decían, me decían que esto es una bendición. Y lo escribía casi sin querer mirar la pantalla… Pero ahora sí ya lo estoy sintiendo de verdad. Ahora si lo puedo entender.

Menuda oportunidad para todos, para ver la vida desde la humildad. Para reenfocar el sistema capitalista y de consumismo exagerado. De verdad que sonrío. Y no sin sentir la continua presión y tensión colectiva, y cómo no, la mía propia, pues también soy humana.

Siempre me dicen desde arriba que aquí somos unos valientes, pues decidimos venir a una dimensión muy densa, donde se aprende duramente en la mayoría de los casos. Se siente en tu ser, muy adentro. Hoy solo me muestran multitud de imágenes gloriosas. Para mí lo son. Aunque algunas sean caras con lágrimas, enfados, agobios de gente. Gritos de niños en las casas, el amor que dejan los mayores que lamentablemente se van.

Bienaventurada y amorosa bofetada a cada uno de nosotros.

Vamos a agradecer esta nueva oportunidad, y aunque se genere una crisis mundial, se va a solucionar, se va a equilibrar todo, pues ya era hora. Si nosotros estamos bien la Tierra también lo estará. Lo que ella nos está mostrando ahora es que nos demos cuenta de que íbamos mal enfocados y que miremos hacia adentro como nunca, aunque sea doloroso.

Mis ánimos a todos a tener paciencia, a ver su vida como nunca antes, a observar si su bienestar era solo fachada, a comprobar si el sentido del humor es real y perdura pese a las tormentas.

Escogimos vivir estos tiempos. Así es. Aquí están.  Ahora es el momento de agradecer enormemente todo, fortalecerse y equilibrar nuestras vidas.

Es el momento de sentirnos todos iguales, de agachar la cabeza como nunca antes lo habíamos hecho.

Encantada de vivir esta experiencia, aquí en este planeta, una vez más. Sé lo que me digo, vivo sus durezas también, os lo aseguro… Pero miremos desde un poco más arriba. Es una bendición para todos.

Desde mi corazón,

Sonia Coll