En esta década se está moviendo mucho la energía femenina de recuperación de poder o reclamación de lugar.
Se le llama «el empoderamiento de la mujer». Y eso está muy bien si se lleva a la práctica habiendo sanado el odio, dolor, tristeza, miedo y rabia de siglos y siglos hacia lo masculino.
Si no se ha sanado, lo único que se consigue es desequilibrar más la balanza entre las dos polaridades masculino-femenina.
La energía espiritual maternal es la que puede obrar el milagro de sanar el pasado y dejar atrás el dedo que señala al hombre. Es necesario que se active esa voluntad, ya que si no, toda nuestra historia será una lista de eras dominadas por el patriarcado o el matriarcado, y ninguna de las dos opciones son ideales, pues son extremistas.
El «Hieros Gamos» o matrimonio sagrado, es un término muy antiguo el cual ha tenido muchas interpretaciones sexuales y de género. Para nada es eso. Esa unión sagrada tiene que darse dentro de uno mismo. Tiene que ocurrir entre nuestra propia energía masculina y femenina. Pues tenemos las dos.
Se consigue dejando atrás el pasado y entendiendo que, el ser humano, tanto hombre como mujer quieren lo mismo. Quieren encontrar paz. Quizás sus formas y caminos para encontrarla sean distintos para todos nosotros y eso es lo que debemos comprender y trascender.
Démonos la mano en esta era y dejemos atrás la lucha por estar uno por delante del otro.

Por otro lado, quiero aprovechar para recordarte que la pareja que tengas siempre te mostrará si existe o no unión sagrada entre tu femenino/masculino. Si aún hay lucha, tu vida sentimental lo reflejará.
Para estar en paz todos, debemos dejar que caigan al suelo los estandartes y armas que con tanto orgullo levantávamos a favor de lo que nosotros llamábamos «justicia», cuando en realidad era dolor.
Perdonar y caminar de la mano con un mismo propósito es lo que sana y lo que hará que la lucha termine.
Con cariño,
Sonia Coll

Comunicadora terapéutica, canalizadora, formadora y escritora.
Mi servicio es comunicar y acompañar en los procesos de cambios evolutivos. Como facilitadora transmito, activo y ayudo a integrar aquel conocimiento que permitirá a la persona una evolución en consciencia, tanto a nivel espiritual como en lo cotidiano, y lo llamo Sanación por Consciencia.
A su vez, toda la formación que ofrezco gira también entorno a adquirir una visión más elevada de la vida, facilitando así el bienestar ante cualquier desafío que aparezca.