Aquiétate un momento.
Respira… calma… respira.
Si escuchas bien sabrás que el silencio puede decir mucho.
Si desde los planos de amor incondicional quieren decirte algo, el mensaje no lo dejarán en tu buzón, sino en tu corazón. Y para leerlo debes escuchar el no ruido. Deberías poder sentir el estruendo de una pluma al caer o un pañuelo de seda mecido por el viento. Agudiza tu silencio. La vibración de los pensamientos descontrolados te apartan de llegar a escuchar los preciosos versos que de tu corazón emanan. Vienen de otro lugar, otro tiempo y otro sentir. Intentar retenerlos sería como intentar guardar la luz del sol del más bello ocaso en un frasco de cristal.
Captar lo que te susurran los seres de luz es como ver el amanecer o el atardecer. No importa si un día hay nubes. Cada nuevo día tienes la oportunidad de sentirlo. No tengas prisa. Tan solo ocúpate de sentir desde tu inocencia, respeto y agradecimiento.
No es pedir. Es sentirte como un recipiente de sus mensajes de amor. Llegan siempre, sean escuchados conscientemente o no.
Querer retener, es no confiar en que cada día se te suministra lo que verdaderamente necesites.
Lo divino es eterno y emite un constante y mismo mensaje de amor. Fíjate en el sol, el canto de los pájaros o el fluir de un río.
Hacen lo mismo.
Desde mi corazón,
Sonia Coll
Comunicadora terapéutica, canalizadora, formadora y escritora.
Mi servicio es comunicar y acompañar en los procesos de cambios evolutivos. Como facilitadora transmito, activo y ayudo a integrar aquel conocimiento que permitirá a la persona una evolución en consciencia, tanto a nivel espiritual como en lo cotidiano, y lo llamo Sanación por Consciencia.
A su vez, toda la formación que ofrezco gira también entorno a adquirir una visión más elevada de la vida, facilitando así el bienestar ante cualquier desafío que aparezca.