Vivimos en un mundo el cual reclama nuestra atención a cada instante. Y la consigue, claro.
Un mundo donde nuestra percepción es atraída por él. Y debido a ello, a veces sentiras bienestar y otras veces malestar. Dependerá de lo que interpretes cuando percibas lo que hay a tu alrededor, aunque esté sólo en el pensamiento.
Estamos hechos para sentir la atracción del mundo, de la vida, de los sentidos.
Agradezcamos cada abrazo, cada sonrisa, cada paisaje hermoso, cada mirada bella, cada recuerdo y cada lágrima incluso.
No obstante, no nos olvidemos de mirar de vez en cuando hacia adentro y no tanto hacia afuera, pues corremos el riesgo de sentir la vida sólo superficialmente, ocultándose así la verdadera alegría y amor.
La vida está para ser disfrutada, no para camuflar malestares. La diferencia en vivirla de un modo u otro radica en tu voluntad de observar tu interior, tus pensamientos y sentimientos verdaderos. Sean estos como sean. Sin juzgarlos.
Podemos decidir vivir dormidos o vivir despiertos. La segunda opción no es tan agradable cuando la empiezas a caminar, pero cuando hayas transitado un poquito más, algo se liberará, ya no tendrás ninguna necesidad de ocultar nada, se disolverán tus miedos y sentirás un tipo de paz como nunca antes habías experimentado.
Como decía Carl Jung: «Quien mira hacia afuera duerme y quien mira hacia adentro despierta».
La cuestión es que para querer despertar deben haber verdaderas ganas de hacerlo. Y eso implica voluntad y esfuerzo, pues mucho está oculto en tu inconsciente y por allí tienes que empezar.
Muchos dicen que quieren despertar pero en realidad prefieren seguir durmiendo. Y no pasa nada. Es la decisión de cada uno y el juicio aquí no sirve para nada. Buscamos y gestionamos nuestro bienestar como mejor ssbemos. ¿Qué hay de malo en ello?
Tan sólo seamos honestos con nosotros mismos: Los placeres de la vida están allí y podemos vivirlos perfectamente, e ir en su búsqueda antes que hurgar dentro de la mente de uno mismo puede parecer más tentador y agradable. Por eso nos cuesta más alcanzar ese despertar.
Quizás sólo queramos dormir como niños…
Sonia Coll
www.soniacoll.com
Comunicadora terapéutica, canalizadora, formadora y escritora.
Mi servicio es comunicar y acompañar en los procesos de cambios evolutivos. Como facilitadora transmito, activo y ayudo a integrar aquel conocimiento que permitirá a la persona una evolución en consciencia, tanto a nivel espiritual como en lo cotidiano, y lo llamo Sanación por Consciencia.
A su vez, toda la formación que ofrezco gira también entorno a adquirir una visión más elevada de la vida, facilitando así el bienestar ante cualquier desafío que aparezca.
Bella reflexión